domingo, 7 de agosto de 2011

La visita papal

El Papa viene el 18 a arengar a las asociaciones pro-vida, a los linchadores de homosexuales, a los que pueden mantener familias de diez hijos, con chacha, niñera y pisito de ocho habitaciones en Gran Vía. La mamá del Papa podría haber usado condón, que no sé si habría entonces en su pueblo, pero algo tendría que haber usado. Así, en vez de un Papa nazi a punto de morirse e ir al infierno, con toda certeza, tendríamos un Papa italiano con gustos mediterráneos y que no iría al cumple de Rouco porque seguro que no lo tragaría. Los italianos pueden ser mafiosos (hola, Berlusconi, saludos del equipo infantil de voleyplaya femenino), sátiros, machistas, fariseos, charlatanes, embusteros y mil cosas más. Pero ningún italiano tragaría al Rouco ese, porque además de miserable es un aburrimiento y un cenizo.
Mientras, Gallardón I El Suavón va a gastarse un montón de dinero en preparar la ciudad. Ha movilizado 12.000 trabajadores por la visita papal. Ais. Qué limpito lo van a dejar todo. Y el lince de Lara empieza a sospechar (¡qué hombre tan listo!) "que la visita del Papa está detrás del desalojo de Sol". Por Dios, que estamos en agosto: ¿Es que este año no os pensáis ir de vacaciones y cerrar el piquito?
El gobierno más hábil de nuestra historia no quiere que el Papa hable de España. Van listos. Hablará y más bien para mal. Ante increíbles masas de jóvenes muy muy muy religiosos, que son los que prefiere Espe. Oh, Espe, Espe, mon amour. No hay otra como tú. Otro padre que tendría que haberse puesto un condón. Vas a ir al infierno con Ratzinger Z y Fabra. Opinadora profesional y envenadora social, la persona más espantosa del mundo siempre aprovecha para saludar. Y a ti quién te ha preguntado, tía. Pues los periodistas. Angelitos. 

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